Principio Funcional del Biodiseño Oclusal: La Clave para una Masticación Eficiente

Principio Funcional del Biodiseño Oclusal: La Clave para una Masticación Eficiente

El principio funcional del Biodiseño Oclusal es uno de los pilares fundamentales para garantizar una masticación eficiente. Este principio se basa en cómo las características anatómicas de los dientes permiten el procesamiento de los alimentos.

Los Procesos de la Masticación

En el Sistema Estomatognático, los dientes desempeñan un papel clave en la masticación, sometiendo los alimentos a dos procesos principales:

1. Trituración: Este proceso está enfocado en romper la resistencia inicial de los alimentos más duros, como los granos o semillas. Aquí se requiere generar una gran cantidad de presión para fragmentar los alimentos.
2. Molienda: Una vez triturado, el alimento pasa por la molienda, donde es reducido a su mínima expresión y mezclado con saliva para formar el bolo alimenticio. Este proceso facilita la deglución, y para llevarlo a cabo, los dientes requieren una mayor área de contacto.

La Importancia de la Presión en la Masticación

Cuando hablamos de presión en la masticación, nos referimos a la magnitud de la carga que generan los dientes al interactuar con el alimento. Para alimentos duros, como nueces o maíz, es necesario ejercer una presión considerable. La morfología de los dientes, particularmente el tamaño de su área funcional, está diseñada específicamente para cumplir con esta función.

Factores Clave en la Generación de Presión

Para la generación de la presión es fundamental el tamaño del área funcional o área oclusal, Los elementos que determinan el tamaño de dicha área oclusal son:

• El número de cúspides, el cual varía entre los premolares y los molares.
• El tamaño de las cúspide, este también determinará la cantidad de área que presentan los dientes para ejercer presión.

Estos elementos, ubicados en la zona coronal de los dientes, transmiten la carga necesaria para romper y pulverizar los alimentos.

• Premolares: Los premolares superiores, por ejemplo, tienen solo dos cúspides, lo que reduce el área funcional y aumenta la presión ejercida. En cambio en los premolares inferiores el tamaño de la cúspide vestibular es mucho mayor que que la palatina  
• Molares: En contraste, los molares están diseñados para la molienda, con cúspides más bajas y fosas menos profundas que permiten una mayor área de contacto y favorecen los movimientos masticatorios horizontales. 

Errores Comunes en el Diseño Oclusal

Un error frecuente en restauraciones es diseñar molares con fosas demasiado profundas, lo que puede provocar interferencias durante la dinámica masticatoria. En los molares, las cúspides bajas y las fosas poco profundas son esenciales para la molienda eficiente, mientras que los premolares requieren cúspides más altas y fosas profundas para cumplir con la función de trituración.

La Importancia de los Contactos en la Masticación

Otro principio funcional para que la masticación sea más eficiente será que entre los dientes del arco superior y del arco inferior se generen el mayor número de contactos.

Morfología y Contactos Oclusales

Otro factor crítico es el número de contactos oclusales generados. Una mayor cantidad de contactos mejora la eficiencia masticatoria, ya que permite un procesamiento más efectivo de los alimentos. Las cúpides tienen zonas que generan contactos (vértices cuspídeos) y zonas que reciben los contactos (base de las cúspides). Estas zonas deberán tener una forma que favorezca la generación de contactos.

Así encontramos vértices cuspídeo con dos formatos:

• Vértice cuspídeo Aplanado
• Vértice cuspídeo Conoide

Conclusión

En resumen, el principio funcional del Biodiseño Oclusal establece que el número de cúspides, su tamaño y forma son fundamentales para una masticación eficaz. Las cúspides más altas y las fosas profundas en los premolares aumentan la presión necesaria para la trituración, mientras que las cúspides más bajas y las fosas menos profundas en los molares facilitan la molienda y el procesamiento final del alimento. Además de una forma que favorece un buen número de contactos oclusales, asegura una función masticatoria óptima y saludable.